Indignado,
colérico, irritado, rabioso, enfurecido, desesperado, crispado, excitado,
enfadado, enojado, fastidiado. Larga lista de adjetivos la que aquí os presento
y sé que muchos ya sabéis por donde van los tiros, adjetivos que caracterizaron
al Movimiento 15M. Y ahora que se cumple el primer aniversario del estallido de
aquella indignación que llenó las plazas de muchos lugares de España debemos hacer
un análisis sobre si mereció la pena lo ocurrido. Como cualquier
acontecimiento, se puede analizar bajo varios puntos de vista y yo me dispongo a
hacerlo bajo una vertiente positiva del movimiento, ya que para rebajarlo a la
nada hay mecanismos más potentes para ello. Pero el que éste sea un punto de vista
positivo no deja de lado que se teja bajo hechos demostrables.
Se cumple
un año desde que la crispación de multitud de personas se echara a la calle a
pedir un cambio, y no un giro político como pretendían asociar algunos a estos,
sino un cambio a la hora de hacer política. EL 15M se caracterizó desde un
primer momento en su faceta pacífica, la cuál nos lleva a que los logros que se
van consiguiendo sean lentos pero no duden que alguna semilla del 15M ya ha
germinado. ¿Alguien hubiese pensado en conocer las rentas y patrimonio de
nuestros políticos, de altos funcionarios, etc, sin la presión popular? ¿Creéis
que sin el despertar de algunos hubiese dimitido el Consejero de Sanidad del
Gobierno de Extremadura por duplicidad de cargos o el Delegado de Gobierno? ¿Pensáis que en Andalucía
habrían creado el escaño 110 para promotores de Iniciativas Legislativas
Populares? ¿Qué me dicen de parar desahucios que ponían a personas en la calle
mientras que al Banco lo salvábamos con dinero público? Todas estas preguntas
se ven reflejadas de modo alguno en el Decálogo contra los Desahucios, en la
Ley de Trasparencia, etc.
Del
mismo modo comprendo la indignación de los que piden cambios rápidos, y más después
de ver cosas como la intervención de Bankia, los recortes en Educación y
Sanidad, etc, etc. Nos dicen que es importante salvar el sistema financiero
porque es la base del Estado, pero yo no me creo esto. ¿Cómo un banco que
recibe dinero al 1% de interés del BCE lo utilice después para comprar deuda
del estado español a un 5% de interés? Más claro el agua, especulan con el
dinero en lugar de utilizarlo para inyectarlo en la economía productiva, en una
economía real que de créditos a las pymes, a las familias. Es por lo que no
entiendo que se salve bancos como Bankia por mucho que sea con alto interés. Os
pongo un ejemplo que leía el otro día: si se repartiesen el dinero dado a los
bancos entre los parados de este país, tocarían a unos 16.500 euros (eso sí
sería inyectar dinero en economía real). Y no digo que la solución sea dar
dinero por darlo ni a personas ni a instituciones, pero sí fijarlo en la
economía real y no en la especulativa que nos ha llevado hacia donde estamos.
Mi
conclusión es que el 15M sigue vivo y seguirá estándolo mientras que el giro no
se produzca. Unas veces brillará más, otras lo hará menos pero el espíritu
popular con que nació lo hace bastante canalizador de la indignación del
pueblo, cada vez más alejado de los que llevan el rumbo de este “mundo de locos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario